En las elecciones del 15 de mayo, el voto de los evangélicos no favoreció a los candidatos identificados con ese sector cristiano como se esperaba, a pesar del llamado de sus líderes de que se votara por los que se identifican con sus valores y creencias.
De acuerdo con la mayoría de los pastores, la feligresía militante de los evangélicos sobrepasaba el millón de votantes de los más de seis millones inscritos en el padrón electoral.
La Fuerza Nacional Progresista (FNP), el Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC) y de la Unidad Nacional (PUN) que la mayoría de sus candidatos pertenecían a iglesias evangélicas, obtuvieron un pobre desempeño en los comicios del 15 de mayo.
Sólo el PQDC alcanzó el uno por ciento se los sufragios y con ello logró una curul en la Cámara baja con un diputado nacional. Los demás no alcanzaron si quiera ese porcentaje.
En las elecciones del 15 de mayo votaron 4 millones 708 mil ciudadanos por tanto el más de un millón de evangélicos que según los pastores tenían registrados en su feligresía, representaba aproximadamente el 25% del universo de los sufragantes. Esos votos no aparecieron en las casillas de los candidatos protestantes.
El excandidato presidencial de la FNP, Pelegrín Castillo llevó como acompañante a la pastora Daisy Sepúlveda y el candidato del PQDC, Elías Wessin Chávez al pastor Javier Paulino, director de la Red Nacional de Oración. La excandidata del PUN Soraya Aquino declaró que si los evangélicos se unían podían decidir el triunfador de las elecciones.
Pastores de congregaciones en forma reiterada advirtieron que si los aspirantes no compartían sus creencias y valores, tampoco podían pensar en merecer el voto protestante.
Bajaron línea para que sus feligreses votaran en contra de los candidatos que no defendieran la moral y los principios cristianos.
Más del 80 por ciento de los candidatos del PQDC pertenecían a una iglesia cristiana, igual los de la FNP, pero los votos no aparecieron. Parecería que los rebaños que pastoreaban los protestantes, cogieron por otro camino.
PRM
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