En todo el mundo hay entre 130 y 150 millones de personas infectadas con el virus de la hepatitis C, la más frecuente en España---
hepatitis3--644x362--644x362MADRID.-La hepatitis viral, un grupo de enfermedades infecciosas que comprende las hepatitis A, B, C, D y E, afecta a millones de personas en todo el mundo, puesto que provoca hepatopatías agudas y crónicas y causa la muerte de cerca de 1,4 millones de personas cada año.
 
En mayo pasado, la Asamblea Mundial de la Salud adoptó una resolución con objeto de mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la hepatitis viral. Con ocasión del Día Mundial contra la Hepatitis, que se celebra hoy 28 de julio, la Organización Mundial de la Salud insta los encargados de formular las políticas, el personal de salud y el público en general a estar attento ante este «asesino silencioso».
 
La OMS, además, acoge con agrado los nuevos progresos que se están haciendo para afrontar una de las enfermedades más graves.
 
«Durante años, las hepatitis víricas han estado desatendidas», ha dicho la Directora General de la OMS, Margaret Chan. «Pero ahora empezamos a ver una mayor sensibilización y un impulso mundial para hacerles frente.»
 
Este aumento del interés ha estimulado el debate sobre las hepatitis en la Asamblea Mundial de la Salud de 2014, en la que 194 países aprobaron una resolución para intensificar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las hepatitis víricas. En la resolución se destaca la importancia de que los países dispongan de planes nacionales integrales para hacer frente a las hepatitis que estén hechos para atender sus necesidades y utilicen los recursos disponibles.
 
La Asamblea de la Salud, integrada por los ministros de salud y otros representantes de todos los Estados Miembros de la OMS, tomó nota de que la realización de pruebas de detección es fundamental: hoy día, la mayoría de las personas con hepatitis no saben que están infectadas, dado que a menudo los síntomas solo aparecen decenas de años más tarde, cuando ya se ha producido una enfermedad hepática grave.
 
También se destacó la necesidad de invertir en estrategias preventivas eficaces, tales como los programas integrales para los consumidores de drogas inyectables, las medidas que garanticen la seguridad de las inyecciones y transfusiones o la expansión de los programas de inmunización contra las hepatitis A y B.
 
En la resolución se reconoce el gran potencial de los nuevos fármacos y abordajes terapéuticos de las infecciones crónicas por los virus de las hepatitis B y C, y se aboga por la formulación de estrategias para aumentar el acceso a medicamentos asequibles y de calidad contra las hepatitis. Asimismo, se pide a la OMS que examine la viabilidad de la eliminación de las hepatitis B y C.
 
VIH y sida
El Día Mundial contra la Hepatitis de este año coincide con la XX Conferencia Internacional sobre el Sida que se ha celebrado en Melbourne (Australia) y en la que se han celebrado varias reuniones sobre los problemas clínicos y de salud pública que plantean la prevención y el tratamiento de las co-infecciones por los virus de la hepatitis y el VIH.
 
Muchas personas afectadas por el VIH o en riesgo de verse afectadas por él son también especialmente vulnerables a las hepatitis víricas. Se calcula que hay 4 a 5 millones de personas infectadas por el VIH y el virus de la hepatitis B, y otras tantas por el VIH y el virus de la hepatitis C.
El número de personas co-infectadas que reciben tratamiento contra el VIH está en aumento, y ello hace que sobrevivan tiempo suficiente para llegar a padecer cirrosis y cánceres hepáticos relacionados con la hepatitis C, poniendo así de relieve la necesidad de protegerlas mejor contra las hepatitis y de tratarlas en caso de que las contraigan.
 
Se calcula que hay 4 a 5 millones de personas infectadas por el VIH y el virus de la hepatitis B, y otras tantas por el VIH y el virus de la hepatitis C.
 
«La experiencia adquirida por los programas de VIH para ampliar programas integrales de prevención y tratamiento, mejorar el acceso a medicamentos y productos diagnósticos asequibles, lograr la participación de la comunidad y llegar a los grupos de población vulnerables y marginados puede contribuir en gran medida a fundamentar las respuestas a las hepatitis víricas y a lograr que lleguemos a poblaciones más amplias de personas afectadas por las hepatitis B y C», ha dicho Hiroki Nakatani, Subdirector General de la OMS para VIH, Tuberculosis, Paludismo y Enfermedades Tropicales Desatendidas.
 
Uno de los avances más importantes del año pasado en el campo de la salud pública ha tenido lugar en el tratamiento de la hepatitis C crónica. Se están desarrollando o existen ya nuevos fármacos que podrían facilitar tratamientos seguros y simples, con tasas de curación superiores al 90%, que revolucionarían la terapia de la hepatitis C.
 
Pero todavía hay grandes obstáculos para lograr que esos tratamientos sean asequibles y accesibles a quienes más los necesitan.
 
La OMS ha intensificado su apoyo a los países para que amplíen los programas integrales de prevención y tratamiento de las hepatitis. En abril de este año la OMS publicó nuevas directrices sobre la detección, la atención y el tratamiento de las personas infectadas por el virus de la hepatitis C.
 
En la actualidad está elaborando nuevas directrices sobre la prevención y el tratamiento de la hepatitis B. Además, con ocasión del Día Mundial contra la Hepatitis, la OMS publicará un nuevo manual sobre cómo frenar los brotes de hepatitis E.
 
Acceso a fármacos
La OMS está colaborando con una gran variedad de partes interesadas, como las poblaciones afectadas, las redes comunitarias, los clínicos, los programas nacionales de hepatitis, los prestadores de servicios y los donantes para aplicar estas directrices, ampliar los esfuerzos preventivos, y hacer que el tratamiento sea accesible y asequible para quienes lo necesitan.
 
En algunos países de ingresos bajos y medios ya se están elaborando planes para ampliar rápidamente el acceso a los tratamientos de las hepatitis B y C, asegurando al mismo tiempo inversiones suficientes en intervenciones preventivas de eficacia demostrada, como los programas de vacunación, la reducción de daños para los consumidores de drogas o la seguridad de la sangre y las inyecciones.
 
«El aumento del acceso al tratamiento curativo de las hepatitis B y C, y la ampliación de la vacunación contra la hepatitis B, así como otras estrategias preventivas, nos ofrecen oportunidades reales de salvar vidas y evitar sufrimientos», ha dicho el Dr. Gottfried Hirnschall, Director del Departamento de VIH de la OMS.
 
«Instamos a los ministerios de salud a que “vuelvan a pensarse” el problema de la hepatitis y formulen políticas de prevención y tratamiento que puedan salvar vidas.
Fuente ABC.ES