ODALIS BAEZ
PEDERNALES.-
Mientras el mercado
fronterizo se convierte cada viernes en un aliciente económico para las familias
que semanalmente visitan el negocio para comprar, e el negocio lució muy abarrotados de visitantes
Para los vendedores de
diversos productos, como ropas usadas y otros, las entradas cada vez y salidas
del negocio bilateral se convierte en un caos por el exceso de motocicletas y vehículos
que ocupan los espacio sin control a espalda de las autoridades que debe actuar
para evitarlo
Este viernes pese a la gran variedad de artículos
que son vendidos por comerciantes haitianos, se hace necesario y según opiniones
recogidas el ayuntamiento de Pedernales debe propiciar en coordinación con las
autoridades del poblado haitiano de Anse-Au-Pitre
los controles que eviten que a lo interno del negocio penetren motoconchistas para
evitar daños a las personas como ha sucedido en otras ocasiones
El mercado fronterizo desde
hace varios años viene funcionando en la división con este lado en base al
negocio en beneficio de comerciantes dominicanos que su economía aumenta venden
huevos, Espaguetis, fideos, embutidos y una variedad de alimentos que sirve a
la canasta familiar de los habitantes, al igual que variedades de productos
manufacturados que comerciantes haitianos también venden y son adquiridos por
los visitantes dominicanos de comunidades de la región y otras partes.
Al inicio del mercado
cientos de los comerciantes haitianos se desplazan con sus productos de ventas
por al puertas de entrada y se colocan en cubículos, las aceras y el patio de
negocio bilateral, mayormente los lunes y viernes donde acuden de ambos lados
visitantes para adquirir diversos productos entre ropas, tenis, zapatos y
productos agrícolas para la canasta familias, incluyendo arroz, habichuelas y
otros
Las personas que han
opinados entienden que el ayuntamiento de Pedernales, el cual cobra un arbitrio
semanalmente en el negocio fronterizo, debe organizar las vías de entradas y salidas,
para evitar el caos que se observa donde los conductores de motocicletas
desconocen la Izquierda o la derecha el paso peatonal del negocio, además establecer
que los espacios ocupados deben ser higienizados
Por ejemplo, en el
mercado binacional mayormente llegan productos frescos como la Yautía, Plátanos,
Guineos, Ñame, apio, verduras, tomates, cebollas, ajos, tayota, auyamas, yucas
y otros que son transportados de predios agrícolas de la parte alta de Pedernales y de comunidades como Oviedo, Enriquillo, Chene,Polo, Paraíso y del
vecino país de Haití Anse-au-pitre, Banano, y comunidades agrícolas a lo largo
de la línea fronteriza y la parte del sudeste de Haití.
Sin embargo, pese a los
beneficios que el mercado dominico haitiano deja a las familias dos veces a la
semana, la estructura física del mercado luche abandonada sin la higiene que
amerita para la venta de productos del consumo domésticos y de venta al público
en ventorrillo y negocios de comunidades de Pedernales, la Costa Sur hasta
Barahona y la parte de Haití.
Es observable en el patio
del negocio bilateral como los comerciantes haitianos venden la mayoría de sus
productos en el suelo en medido de falta de los cuidados sanitarios y en otros
casos debido a la pandemia del Covid 19 el uso de las mascarillas brillas por
su ausencia.
Además, los baños que fueron
construidos y que son usados una y otra vez por vendedores y visitantes de
ambos lados no reúne las condiciones necesarias, pues ciudadanos que han sido consultados
siente el temor de que los productos que son colocados en el suelo puedan contraer
cualquiera bacteria dañina a la salud.
LA VIGILANCIA
No es menos cientos que a
pesar de la atención que a merita el mercado fronterizo las dos veces a la
semana, la vigilancia de soldados del Cuerpo Especializado en Seguridad
Fronteriza Terrestres, CESFRONT y servicios de inteligencias.
Los mismo se registra en la
salida de la ciudad donde en el Cuartel del CESFRONT los vehículos que salen
del mercado y particular son requisados por soldados establecido no solo los días
de mercado, también de lunes a domingo, como sucede en un lugar denominado El Badén próximo al mercado dominico haitiano.
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