Araceli Aguilar
Salgado, Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, Analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero, México.
“La
sabiduría se encuentra en la naturaleza, no en los laboratorios “. Manuel Lezaeta
Desde su origen, el
hombre ha mantenido una estrecha relación con los recursos naturales; de éstos,
las plantas han sido para el ser humano uno de los más importantes y utilizados
principalmente por su disponibilidad, no sólo para obtener alimento, vestido,
utensilios de uso doméstico y material de construcción, sino también para curar
y/o aliviar enfermedades y lesiones físicas.
A la fecha, se han
reportado alrededor de 50.000 especies de plantas que tienen algún uso
medicinal, correspondientes aproximadamente a un 10% de todas las que existen
en el mundo.
Aunque su uso nunca ha
dejado de estar vigente, el avance de la ciencia y la tecnología ayudó a que
los principios activos contenidos en esas plantas sean sintetizados
químicamente, haciéndolos disponibles en las farmacias a precios accesibles y
en dosis adecuadas para cada tratamiento.
Sin embargo, cada vez es
más común la preocupación por los efectos secundarios de los medicamentos
químicos y la ineficacia de algunos de ellos para su uso a largo plazo. Es por
eso que el uso de alternativas naturales o terapias complementarias ha recibido
una atención creciente en los últimos años.
Actualmente, según la
Organización Mundial de la Salud-OMS se estima que el 80% de la población
mundial depende de la medicina tradicional para sus necesidades de atención
primaria en salud.
Dada
esta situación y el consiguiente miedo generado en la población por los
estragos que está causando el SARS-CoV2 a nivel mundial, todos estamos
procurando conocer sobre cualquier avance científico que se esté produciendo
para tratar la enfermedad producida por este virus.
Éste se
ha convertido en el tema central de las interacciones sociales (debido a la
cuarentena total) y todos buscamos la misma respuesta: la cura para esta enfermedad.
Una
buena parte de esas búsquedas se orienta a los remedios naturales, explorando
entre las plantas medicinales con usos antivirales, anti-inflamatorios,
fortalecimiento del sistema inmunológico o para tratar enfermedades
respiratorias.
La práctica de la
medicina tradicional se basa en el uso terapéutico de diferentes partes de
plantas y en distintas formas de preparación para prevenir o curar diversas
dolencias.
Porque en esta época de tiempos
de gripes, catarros y pandemia, la medicina natural se pone también al servicio
de la población en México que es un país con amplios hábitos de
automedicación y en medio de la pandemia por coronavirus.
Por lo que ha crecido
la demanda de medicina natural en los mercados del país, donde la
población se acerca en busca de hojas, hierbas y raíces con la esperanza de que
podrían ayudarlos a prevenir la enfermedad, desde la manzanilla, las hojas de
orégano, el jengibre, la canela, hasta las hojas de eucalipto, la población ha
incrementado las compras de estos productos naturales para fortalecer sus
defensas y así mismo consumir alimentos ricos en
nutrientes y también hacer uso de plantas con propiedades medicinales, con el
fin de fortalecer el sistema inmunológico frente a la pandemia de la COVID-19.
El concepto de salud en la población mexicana tiene
diferentes dimensiones, incluyendo la medicina tradicional y ancestral, además
de otras prácticas integrativas, alternativas y complementarias, la medicina
natural contiene todos los conocimientos ancestrales de los pueblos además del
popular, el tradicional y la extendida creencia en los poderes curativos de la
naturaleza es una herencia de la historia, que permanece en la memoria
colectiva de algunas comunidades transmitido de generación en generación.
Algunos compradores sostienen que adquieren las
plantas medicinales para consumirlas en sus hogares, pues tienen gran
desconfianza en el sistema de salud pública y prefieren resguardarse y seguir
las tradiciones de plantas y recetas ancestrales que previenen enfermedades
respiratorias y fortalecen las defensas del organismo.
Esta pandemia para
nosotros es una pandemia más de muchas que hemos vivido, pero ahora lo estamos
viviendo con todo el mundo, ahora todo el mundo puede saber qué es una pandemia
que nos amenaza a todos, parte de muchas otras enfermedades nuevas que seguirán
amenazando, la cura está en las plantas y en la práctica espiritual.
Por lo que la humanidad
está pasando por un momento de gran tormenta, esta pandemia es el resultado de
una mala práctica, de un abuso contra nuestra tierra.
El mundo moderno tiene
que cambiar su modo de vivir, su modo de pensar.
No tiene que cambiar su
estructura, no quitar su conocimiento acumulado, pero sí abrirse a otras
prácticas milenarias en vez de ignorarlas.
Tenemos que entender que
todos somos hermanos y tenemos las mismas necesidades elementales, el hombre es
cuerpo, es energía y es creación.
Los médicos, los
profesionales tienen que ser, no sólo profesionales, sino también personas
espirituales, no se puede manejar las cosas únicamente desde la cabeza, para
tener buenos resultados, tiene que estar presente también el corazón.
El procedimiento más que
todo es en aspecto preventivo ante la crisis sanitaria no se puede ofrecer una
cura, sino lo que está haciendo es coadyuvar métodos preventivos a través de
plantas medicinales que son la riqueza médica cultural.
“Es increíble como el hombre deposita su fe ciega más en los médicos que en la Sabiduría de Dios en la Naturaleza”. A.Vogel
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