El 23 de abril de 1965, militares
opuestos al gobierno del llamado “Triunvirato” se revelaron y exigieron el
retorno de Juan Bosch al poder sin elecciones. La toma de la ciudad por las
tropas rebeldes precipitó la invasión norteamericana con el argumento de un
imposible control comunista del país.
El Embajador norteamericano
William Tapley Bennet rechazó las propuestas de los militares rebeldes, encabezados
por el coronel Francisco Alberto Caamaño, y los insto a rendirse.
Caamaño que realizó estudios y
cursos de adiestramiento militar en la República Dominicana ,
Estados Unidos y Panamá, alcanzando el grado de coronel, y como líder militar
de los rebeldes le dijo NO al diplomático norteamericano, y se tiró a la calle
a pelear contra una potencia como los Estados Unidos por la vuelta al poder del
dominicano más digno y puro que suscribió un contrato de inquilinato perpetuo
con el corazón de su pueblo, Juan Bosch.
Políticamente, Peña Gómez, de
origen humilde, fue limpiabotas en su niñez, lidereó grupos civiles, y tomaron
la ciudad de Santo Domingo; también clamando la vuelta al poder del Profesor
eterno, como dice en su reportaje el periodista y profesor Carlos Julio Féliz.
Los rebeldes amenazaron con
extenderse a todo el país, pero los norteamericanos desembarcaron 42,000
infantes de marina, y dividieron la ciudad en dos zonas; norte y sur, apoyando
a las tropas del ejército que luchaban contra los insurgentes, produciendo una
matanza en la llamada “Operación Limpieza” en la zona norte de la capital,
donde permanecían los rebeldes.
Cuando la situación tuvo tensa,
se establecieron dos gobiernos, uno de Reconstrucción Nacional, contrario a los
rebeldes y encabezado por el general Antonio Imbert Barreras, y el otro,
presidido por el Coronel Caamaño dominaba en la llamada Zona
Constitucionalista; mientras los norteamericanos mantenían cercada esta zona en
apoyo a Imbert Barreras.
El 25 de mayo de 1965, el presidente
Francisco Caamaño Deñó, Antonio Guzmán, Juttin Cury, el capitán Héctor
Lachapelle Díaz y Héctor Aristy, se reúnen desde las 4 de la tarde a 8 de la
noche con Mc George Bundy, enviado por el presidente de los Estados Unidos,
Lindo B. Jonson en el local del Conservatorio Nacional de Música (hoy
Ministerio de Cultura). Bundy comunica que regresa a Washington porque no es
posible un acuerdo con Guzmán para presidente.
La guerra y la mujer están íntimamente
relacionadas; el hombre actuaba como soldado, y como guerrero; pero lo
imposible de ser soldado es ser guerrero; si no se tiene la retaguardia
cubierta, la parte más importante, es la
que cubre la mujer.
En abril de 1965, la mujer jugo
como siempre un papel estelar que desempeñaron damas como: Josefa de Marchena,
Piedad Cruz S., Yocasta Prandy, Ana Ramona (Virgen) Valerio, Zaida Ginebra de
Lovatón, Gladis Barrell, Clara Francés, Mary Alvarado, Gladis Pineda, la esposa
de Rafael (Fafa) Taveras, fallecida recientemente; y otras. En abril, la mujer estuvo
en el frente y en la retaguardia, siempre presente.
El 31 de agosto de 1965, Caamaño
y representantes de la
Organización de Estados Americanos (OEA) firmaron el Acta
Institucional y el Acta de Reconciliación Dominicana. Se acordó la instalación
de un Gobierno Provisional presidido por Héctor García Godoy, el respeto a los
derechos de los rebeldes y su reincorporación a las filas militares, la
convocatoria de elecciones y el retiro de las tropas norteamericanas.
Caamaño exiliado luego, pasó a
Cuba donde se entrenó para combatir al segundo gobierno de Balaguer, invadió el
país con un grupo de guerrilleros, cayo prisionero y fue fusilado.
Randall Fernandez
Cel.
829-993-6195
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