Por Odalis Báez--
PUERTO ESCONDIDO,
Duvergé.-A pesar de que el número de habitantes es muy reducido en esta
comunidad, esto no quita que como alguna otra población, el gobierno le
construya sus calles y haga más próspero la estabilidad de sus gentes, que al
parecer son muy laboriosas en la agricultura.
Puerto escondido, como
su nombre lo dice cuando usted llega aquí, como si estuviera “amor escondido”
recibe el calor de sus gentes, deseosos de contarle siempre de su comunidad,
brindar la solidaridad y extender sus saludos.
La comunidad está rodeada de pinares en la Sierra de
Bahoruco, otras, montañas y lomas, se comienza desde Duvergé por una carretera
que poco a poco se convierte en un agujero, por los hoyos, que muchas veces
destruyen los neumáticos de los vehículos y más aún deteriora la salud de las
personas que obligatoriamente tienen que llegar al municipio de Duverge para
abastecerse de los productos básicos del comercio y la canasta familiar.
En un recorrido por
este portalwww.realidadesdepedernales.com, se pudo conversar con personas que habitan
la comunidad, para ellos el abandono de sus calles es una muestra palpable de
que no hay el más mínimo interés de construirlas, a pesar de que la energía
eléctrica le permite luz permanente y el movimiento de sus electrodomésticos
desde una hidroeléctrica que se alimenta de las fuente acuífera de allí.
Puerto Escondido, a
pesar de que no tiene calles asfaltadas,
con aceras y contenes, cuenta actualmente con un parque de recreo con una
estructura bien construida y con espacio suficiente para una comunidad pequeña,
el que según cuentan sus gentes los banco para sentarse están diseñado en metal
donado por el senador Sanjuanero Feliz Bautista, quien en una visita que giró
hace varios meses prometió terminar el centro de recreo y así lo hizo, hoy sus
gentes agradecen ese gesto noble del político y empresario.
Otras de las quejas de
personas de la comunidad lo es la emigración masiva de haitianos que han
cruzado la frontera para internarse en la comunidad, donde se presume que la
población de indocumentados es mayor que
los dominicanos que residen aquí.
Según esas quejas los
nacionales haitianos cruzan a Puerto Escondido por trechos y montañas que
colindan con las comunidades de Polo y otras áreas donde se quedan en busca de
trabajo en parcelas y hasta en las construcciones.
A pesar de no tener sus
calles construida y asfaltada, por el aporte de la naturaleza, cuentan con
fuente acuífera, la que sirve para mejorar la agricultura y producir para
subsistir con la familia y hasta para el regadío de los cultivos, lo que
proporciona la importación y exportación, con la producción de variedades de
aguacates.
Indicadores en Puerto
escondido dejan entrever que las autoridades de los gobierno deben darle mejor
trato, construyéndole la carretera que
comunica con el municipio de Duverge, construirle sus calles y mediante decreto
declararla Distrito Municipal, para que
en vez de ser representada por un alcalde pedáneo y tenga su propia Junta
Distrital.
FUEGOS FORETALES.
En la comunidad a pesar
de que cuenta con un puesto del ejército, más de 20 hombres vigilantes
forestales suelen ser los primeros en llegar a la sierra de bahoruco a
enfrentar los fuegos forestales, es el caso más reciente de un fuego que se
originó en los pinares del Aceitillar, donde quedaron devastadas más de dos mil
tareas de esa especie.
Estos hombres a pesar
de ser siempre los primeros en llegar a la altura de la sierra de los pinares,
en la actualidad no cuenta con vehículos para viajar a esa zona cuando se
registran los incendios forestales, otros que han pasado varios años laborando
en lo que era FORESTA hoy Ministerio de
Medio Ambiente, se encuentran sufriendo una trombosis, es el caso del señor
Bartolomé Méndez, con 67 años de edad.
Méndez, está
prácticamente con una lesión permanente en un brazo y su pierda izquierda, para
poder caminar utiliza una muleta y agarrado por su única hija Karis Yesenia Méndez Pérez.
Así como Méndez, en las
calles rusticas de Puerto Escondido se puede observar a otros hombres de edad
con una muleta a cuesta caminando algunas veces por las calles, este mal es lo que poco a poco van percibiendo en su comunidad, distante de Duverge a más
de 10 kilómetro.
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