La familia en peligro

La familia en peligro
El AUTOR es ministro cristiano. Reside en La Vega.

La familia en peligro

Fecha: En: Opinion
 
La familia está integrada por un padre, la madre y los hijos; este triángulo desigual está en grave peligro, debido a fuerzas sociales y espirituales. Existen factores que inciden en la destrucción de la familia, uno de ellos es el aspecto educativo. Generalmente, no se educa para que el ser humano aprenda a conformar y vivir en familia, lo cual hace que cada quien se convierta en un autodidacta familiar. 
 
Esto es esperar estar en los conflictos para aprender de ellos. La educación que cada uno tiene, es la aprendida en casa de sus padres, que por lo general, no es la mejor,  aunque se predica que es el mejor momento y lugar de educar a los hijos. 
 
Otro de los enemigos de la familia, es la falta de unanimidad familiar, pues cada región del mundo tiene un formato familiar diferente. Los buenos libros que se han escrito, sólo pueden ser aplicados en el lugar del escritor, pues no responde a las necesidades de otros lugares. Este problema, agudiza más la peligrosidad de la familia.
 
Hay que escribir libros para cada formato familiar y para cada época, pues ésta va cambiando según vienen los tiempos, por no decir, que ella es causante de los cambios de los tiempos.
 
El factor económico es obvio que afecta grandemente a la familia. Muchos pleitos se escenifican en ella, por la crisis económica, pero como una maldición también, la abundancia económica  afecta a la familia. En los países ricos, la abundancia es el factor destructivo de la  familia, mientras que en los pobres lo es la pobreza. No hay un termino medio que sirva de ayuda en ambas situaciones familiar. Esto es lamentable, porque la familia no ejerce el rol que le corresponde en el bienestar de la sociedad.
 
Los valores de la familia van a depender de valores que son aprendidos. La lealtad de los padres, unos para con otros determina en gran medida la perpetuidad familiar; pero, no es de menor consideración la honestidad, que genera la confiabilidad y felicidad de ella. Si papá y mamá no son felices y viven en armonía, la familia no tendrá paz, ni bienestar. Por eso, los padres, deben educarse muchos años antes de haber nacidos. Porque ellos son el resultado de lo que aprendieron y asimilaron en los primeros días de sus vidas. ¿Cómo ser y saber ser padres sin haber aprendidos? Engendrar y parir un niño es fácil, y es a partir de ahí que surge la familia. Y, ¿qué de la sociedad? 
 
Un problema que hay que entender es la influencia de la sociedad en la familia. Entiendo que el problema de la familia radica en la sociedad, y no en la familia. Aunque se considera a la familia como “célula principal de la sociedad,” “núcleo de la sociedad,” “la sociedad en miniatura,” entre otras concepciones sociológicas, entiendo que la sociedad tiene mayor poder sobre la familia que la familia en la sociedad.
 
El individuo es producto de una sociedad determinada, los dominicanos somos fácilmente identificados en cualesquier partes que estemos, pues somos productos de esta sociedad. 
 
Una sociedad se compone de familias, y parecería que ellas son las determinantes de la sociedad, sin embargo, las familias son pasantes y la sociedad permanente, lo que quiere decir, que la familia en un principio de la sociedad puede ser determinante, pero quien asimila y concretiza el pensamiento social de la familia es la sociedad, y por sus variantes en el tiempo forma una manera de ser familiar, el cual se impone en las nuevas familias que surjan. Me refiero al patrón social de una determinada sociedad. Nos peinamos, vestimos,  alimentamos y vivimos conforme a nuestra sociedad. 
 
Los problemas de delincuencia, violencia y criminalidad en la sociedad no dependen de la familia, sino de una sociedad que ha fracasado en determinar un tipo de familia funcional. Por eso, una sociedad avariciosa, envidiosa, materialista, consumista y degenerada se convierte en el factor destructivo de la familia. Ya no existen familias ejemplares, porque la sociedad como una corriente maligna desvía a los miembros de la familia hacia el fracaso. Los padres de familia no lo orientaron hacía el fracaso, es que ahora la influencia de la sociedad perversa es más determinante y tiene más fuerzas en la vida de los hijos.
 
he hablado con muchos padres quienes llorando dice: “Yo no le enseñé eso a mi hijo,” ” la mala junta de mi hijo lo destruyó,” “yo no hallo qué hacer, pues él ya no me escucha.” Todo esto refleja la impotencia que tienen los padres sobre los hijos. Y la culpable de esto es la sociedad, la cual por diferentes intereses inventan tipos de conductas sociales que destruyen a la familia, y luego a la misma sociedad. La sociedad bajo las diferentes entidades sociales debe inventar cómo corregir las desviaciones que hay, para inducir un tipo de familia correcta.
 
La familia correcta es de acuerdo al formato de una sociedad correcta. Esto debe ser visto, desde un enfoque cristiano; es decir, fomentar la familia y la sociedad en una dirección cristiana. El amor debe ser el valor principal de las relaciones de ambas, pero a la vez, la responsabilidad, la honestidad, y todos los valores que reflejan una vida cristiana. Pero, se requiere que las contradicciones a una sociedad correcta sean identificados y apartados de ella. En cambio, deben fortalecerse los valores y demás factores que inducen a una familia sana y una sociedad feliz.
 
Sin lugar a duda, que el factor más destructivo de la familia es la falta de fe y temor a Dios. Una familia entra en conflictos inmediatamente elementos diabólicos inciden en ella. La verdad, es que Satanás es el mayor causante de los problemas familiares y sociales. El apóstol Pablo escribió: “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera  en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás” Ef. 2:1-3.  
 
La familia en peligro se manifiesta con la sorprende estadística de divorcios que se realizan cada mes en un país. Leía en uno de estos pasados días que en dominicana se efectúan aproximadamente en promedio 18,000 divorcios cada mes. Con una estadística de esa manera, nos dice que estamos en una crisis social muy grande y difícil de superar. Pero, peor aún existen entidades, o gremios que luchan para que se despenalice el aborto, como si eso fuera un bien social; otros, dicen que se den condones y anticonceptivos a las personas, si se hace eso, se estimula a la fornicación y al adulterio que son dos pecados y a la vez, se estimula el rompimiento del matrimonio y a la desintegración familiar.
 
Se necesita hacer leyes que penalicen el adulterio, como causante del daño y perjuicio de la célula principal de la sociedad. Leyes, que conduzcan al bienestar familiar, pero a la vez se debe cumplir con las leyes existentes, señaladas en nuestra Carta Magna, como son educación, vivienda, trabajo, protección a la vida, entre otras.
 
Es tiempo de que la libertad  de cultos sea una realidad, y no una pantalla; las iglesias pueden hacer mejor trabajo en la medida en que se apoyan y respetan en igualdad de condiciones ante las leyes y las instituciones públicas y privadas. Cuidemos la familia, para cuidar la sociedad dominicana. Dios le bendiga.
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Acerca del periodista Alberto Odalis Báez

Periodista con más de 40 años en el ejercicio de sus labores para diferentes medios radial y escrito,como son: Clarín Informativo, Noticiario Cristal, Radio Reporte, de la Voz del Trópico, Radio Cadena Informativa en Radio Cristal, Noti/tiempo de Radio Cadena Comercial, Radio Antillas y Diario Noticias de Radio Barahona,también de El Nuevo Diario,Ultima Hora y otros. Actualmente Báez es corresponsal del periodico matutino Listín Diario y productor del programa de radio "Pedernales y su Desarrollo" .

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