San Francisco se abre al visitante como una ciudad de mil rostros: estadounidense con rasgos hispanos heredados de México, marcada por la influencia de los inmigrantes chinos y latinos, construcciones fastuosas como el Golden Gate, fama de meca liberal y obligada cita cuando se habla de fenómenos como el movimiento hippie.
Algunas curiosidades que se descubre al visitar sus calles: el puente denominado Golden Gate (dorado) es en realidad rojo, las galletas de la fortuna como se conocen hoy nacieron en San Francisco (o por lo menos la máquina para fabricarlas industrialmente) y los tranvías típicos son tirados por cable.
Aún más, sus habitantes aseguran que el famoso "arroz frito" chino es también un hijo legítimo de la ciudad, fría por su ubicación geográficaÂáy la extensa neblina resultado de la interacción de las colinas y el océano ("el invierno más frío que pasé fue un verano en San Francisco", según cita atribuida a Mark Twain).
Si alguien dudara de la ingeniosidad de sus habitantes basta con subir al tranvía de cable o carril inventado en 1873 por Andrew Smith para sustituir a los caballos agotados de las tantas colinas de la ciudad, quien aplicó esteÂámecanismo que sigue siendo hoy parte de la solución de transporte y Patrimonio Histórico Nacional.
El sistema permite, básicamente, que los tranvías funcionen halados por cables escondidos en un tercer carril en el medio, añaden un elemento más al ya pintoresco perfil y es un transporte preferido todavía hoy por los turistas para subir lasÂácuestas empinadas de la urbe.
La ciudad-condado de San Francisco tiene menos de un millón de habitantes, pero incluyendo el área de la Bahía de San Francisco supera los siete millones de habitantes, para ubicarse en el lugar 12 de las ciudades más pobladas de Estados Unidos, una densidad que la mezcla arquitectónica diluye con la mezcla de rascacielos y casas de de madera.
La ciudad ha tenido un enorme crecimiento desde que colonizadores españoles fundaran el 29 de junio de 1776 un fuerte junto al actual Golden Gate y una misión religiosa a pocos kilómetros de distancia.
Entre sus islas de la bahía se incluye Alcatraz, la más famosa por haber sido sede de la conocida prisión y luego motivo de libros y filmes, Âáhoy centro turístico con visitas guiadas.
En los años 60 se convirtió en meca hippie, con su máxima expresión en 1967 con la concentración de miles de personas en el denominado Verano de Amor y el himno del movimiento, San Francisco (Be Sure to Wear Flowers in Your Hair), un blasón que ya no existe pero queda en la memoria de las corrientes culturales norteamericanas.
Considerada una de las ciudades más liberales de Estados Unidos, tiene su barrio gay conocido como Castro (algunos le llaman El Castro) que compite con su famoso barrio chino y el Mission, originalmente centro de inmigrantes europeos, pero desde la década de los 90 convertido en asentamiento prioritariamente centroamericano y mexicano.
El pasado glamoroso de la ciudad no ha impedido la influencia de la crisis, visible en los altos precios y los homeless (sin casa) que comienzan a hacerse visible en los lugares céntricos cuando cae la noche para mezclarse, sobre todo lo fines de semana, con el bullicio de otra marca característica: los músicos callejeros.
Esas noches partes de San Francisco se convierten en festivales callejeros muy marcados por el pasado roquero de la ciudad que vio nacer a Grateful Dead, Jefferson Airplane, Journey o Metallica, si faltar otras tendencias desde el jazz hasta el busca-vidas percusionista con una batería de cocina, otro signo del ingenio en tiempos de crisis.
Fuente: PRENSA LATINA Via Almomento.net
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